Alicia me escribe unas frases tras varios meses "ausente", me pregunta qué tal
va todo, me resulta raro porque supuestamente se había echado novio la
pasada primavera y fue muy categórica conmigo: "lo siento pero no
podemos volver a quedar".
Alicia es la única chica que conozco
que en su momento me quiso EXCLUSIVAMENTE para follar, pasaba de tomar
algo, ni siquiera le gustaba hablar camino de la casa o el coche de
turno... tan solo quería sexo para matar el gusanillo (su vida es
ciertamente complicada, sin espacio para salir, ligar o relacionarse) y
después cada uno a su casa, punto.
En ese plan nos vimos tres veces a lo largo de siete meses. La última fue el pasado febrero, en mayo conoció a alguien y se nos rompió el amor de tan poco usarlo.
Ahora me cuenta que hace un mes tuvo un problema de salud, que si antes en su casa la tenían agobiada ahora es un sinvivir, no puede ni bajar al supermercado sin que la acompañe su madre.
"Lo tenemos complicado para vernos entonces", deslizo...
"¡Mucho! -contesta- pero bueno, todo sería mirarlo, quien sabe..."
"¡Bingo!
-pienso- ni mencionaré al chico del mes de mayo, si quiere que lo use
ella como excusa, para mi no existe, doy por hecho que nuevamente está
libre y con ganas"
No me equivoco. A
continuación me dice que ella ahora no dispone de ningún hueco libre en
su casa... como yo estoy en idéntica situación hablamos de pillar una
habitación en algún hostal... "
algún sábado podría tener un par de horas
libres por la mañana, ese sería el rato perfecto para ir -sugiere-
pero
tendrá que ser después del veinte de diciembre, que es cuando tengo la última revisión y a partir de ahí estaré menos vigilada"
Faltan casi dos meses para esa fecha, en fin, toca esperar... ¿o no?
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Un
mes antes de los análisis mantenemos otra conversación. Me intereso por
su estado de salud y ella me pone al día. Le digo que a las seis de la
tarde estaré por su barrio por si le apetece/puede vernos pero se
mantiene fiel a sus reglas del juego: ni un cochino café...
Me dice que a esa hora tiene que llevar a su hijita a las clases de kárate.
Acto seguido se desata la locura.
Mis
padres me dicen que se van al pueblo a visitar a mi tía, que regresarán
más o menos a las 7 de la tarde... me quedo solo en casa.
Se
lo comento a Alicia, desde un principio dice que le gustaría venir pero
que no puede, que le da mucha vergüenza pensar que nos pillen, que es
demasiado riesgo... pero hay un factor que juega a
favor: la escuela de artes marciales donde va la niña está bastante
cerca de mi casa.
La clase empieza a las 18:30, expongo el siguiente plan: "por
una vez no te quedas a ver cómo empieza la clase, la dejas allí a las
18:20, sales, yo estaré esperándote en la puerta del supermercado que
hay en la misma calle, venimos a mi casa por el camino más corto y salvo
contratiempo de fuerza mayor estaremos follando a eso de las 18:30..."
Alicia acepta, "uno rapidito", sentencia... sincronizamos nuestros relojes, son las 17:40, me doy una ducha supersónica, me afeito y me visto.
Salgo
de casa y pongo a cero el cronómetro, tardo en llegar al punto acordado
exáctamente siete minutos y veinte segundos, caminando a paso normal,
sin excesiva prisa.
Ella aparece a las 18:24, lleva
bajo el brazo el diminuto anorak rosa de la niña. No nos vemos desde
febrero, está bastante más delgada, me saluda sonriente... "que
sepas que estoy nerviosísima con esta idea tuya, seguro que nos pillan"
"Bueno,
así tiene un puntito extra excitante, ¿no te parece? -contesto- Y si
por un casual nos pillasen... que no cunda el pánico, deja que hable yo"
Caminamos
a paso ligero, no suenan las campanas de la iglesia según la dejamos
atrás, buena señal... llegamos al portal, subimos en el ascensor y nos
besamos, pero es un beso frío
denominación de origen Alicia, ella
solamente quiere follar.
Entramos en casa, cierro con
llave y la dejo puesta. Entramos en mi habitación, son las 18:30
clavadas, ella solo se desnuda de cintura para abajo, se tumba sobre la
colcha... me acuerdo de las palabras de mi madre antes de salir
"estaremos de vuelta sobre las siete... por mi incluso antes", reprimo
el sudor frío y me desnudo a toda prisa.
"No tenemos tiempo para preliminares -dice- así que dale..."
Apenas
puedo jugar con sus tetas o sobarla en general, esto es un calentón en
toda regla, hace una hora lo fue telefónico y ahora está siendo REAL... no tardo en metérsela.
Mi habitación se convierte en una especie de cuarto de baño de discoteca, de madrugada, con extraños ruidos de fondo y el pestillo roto...
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A
las 18:39 nos despedimos abajo en el portal, yo sigo camino hacia unos
recados y ella de vuelta al kárate... hace un frío salvaje pero no
necesito ni el gorro ni los guantes, voy ardiendo.
Me encantan estos días en los que cuando te levantas ni de coña imaginas que acabarás haciendo algo tan loco.
Unas
semanas más tarde, en otra charla felicitándonos las fiestas navideñas, Alicia me
comunicaría que vuelve a salir (ahora más en serio) con el chico del
verano.
El comodín del presunto novio siempre viene bien...